Hablemos sin caretas...
En la mañana Sylvia se levantó con una resolución en mente, después de bajar a desyunar, se dirigió a su habitación de labores, buscó sus documentos legales, necesitaba tomar una decisión muy dolorosa pero necesaria.
Siguió a despertar a los niños para contarles de su decisión y salir de allí sin volver atrás, entró y los llamó debían ir al a escuela, pero antes tendría una conversación con ellos:
— Buenos días, mamá necesita que estén listos pronto porque necesitamos hablar de un viaje que haré nuevamente y debo dejarlos con papá— dijo ella.
— Mamita, tú nos prometiste que nunca más nos dejarías solos, que estarías para cuidarnos— dijo Amira.
— Mamita si te vas de viaje, nosotros nos vamos contigo— dijo Farid.
Cuándo tu no estabas papá gritaba mucho— no nos dejes con él mami— dijo. Amira. "
Sylvia los miró unos instantes y sintió un nudo en su garganta y una opresión en su estómago, ya pronto cumplirían seis años, ahora comprendían mucho más, que hace dos años atrás, se sentía