Ella es única para mí...
Farid apretó la mandíbula, había olvidado lo de su supuesto compromiso matrimonial y respondió:
— Está algo quebrantada de salud, nada serio, pero prefirió quedarse en casa.
— ¡Qué pena! Hubiera disfrutado muchísimo de este espectáculo — dijo ella.
Karen estaba agradecida de que la prometida de Farid se hubiera enfermado, hubiera sido más difícil acercarse a él, teniéndola cerca, aunque le picaba la curiosidad por conocer a la chica.
—¿Le gustó la nota de agradecimiento o la tiró a la basura?— preguntó Farid, dejando a Karen confundida
— ¿Perdón? No le entendí — dijo ella.
— Le pregunté que si había tirado la nota de agradecimiento a la basura?— dijo él con una espléndida sonrisa brillando en sus labios.
Ella no pudo evitar sonreír ante lo que escuchó y tuvo que elogiar el buen gusto y la originalidad del hombre.
— Señor Aziz, no todos los días se agradece con un ramo tan original y exótico — dijo ella con un brillo especial en su mirada.
— Entonces me alegra haber acertado, aunque