Lisandro Miller
— averigua si ya le llegó— le ordené a Jesús
— sí señor, la señora ya recibió lo que usted le envió también tengo que informarle que llamó a casa para hablar con los mellizos— no esperaba menos de ella.
Independientemente de lo que pasara entre ella y yo sabía que mis hijos siempre iban a tener una figura materna en ella y el hecho de que ella me lo confirmara de esta manera me llenaba el corazón.
Ahora cómo le daría la cara a mis hijos y les diría que no había cumplido con mi promesa y no había podido regresar a la mujer que ellos tanto amaban a casa.
Al menos de algo sí estaba completamente seguro Valentina era mía y solo mía me iba a permitir que absolutamente nadie se acercara a ella.
Ahora que los había completamente todo pero no había manera que yo dejara que mis hijos perdieran a su madre y que yo perdiera la mujer que me había hecho sentir lo que nunca nadie antes me hizo sentir ni siquiera cuando estaba con Karen
— quiero que me informen cada cosa que ha