Cierta noche, en uno de los salones más prestigiosos de la ciudad, se celebraba un evento exclusivo que reunía a las figuras más influyentes de la alta sociedad. El lugar estaba repleto de empresarios, magnates y personas de renombre, todos vestidos con trajes y vestidos de gala que irradiaban lujo y elegancia. Las conversaciones fluían con naturalidad, mientras se degustaban exquisitos aperitivos y se brindaba con champán.
Regina, una de las mujeres más respetadas y admiradas de la alta sociedad, se encontraba en el centro de la atención. Vestida con un deslumbrante traje de noche, hablaba animadamente con otros invitados. A su lado estaba Vanya, su hija menor, una joven que, a pesar de su juventud, ya comenzaba a destacar por su elegancia y porte. Madre e hija formaban una imagen imponente, conversando con otros empresarios y líderes sociales.
Mientras Regina intercambiaba sonrisas y cumplidos, no podía evitar notar la ausencia de su hijo, Royal. Aunque él raramente asistía a estos