Narrado por Damián Goldstein
Se supone que el juicio debió desarrollarse de una manera completamente diferente a lo que lo hizo. Se supone que los padres de Charlotte admitirían el nexo de conveniencia con sus testimonios. Se suponía que debía ser indiferente al mal que le pasase a Rowan. Pero eso no ha evitado que esté aquí en este momento.
¿Dónde estoy? ¿En el juicio que prosiguió después del infarto de Rowan? Qué es dónde debería estar, no. No estoy allí, estoy aquí a las afueras de la sala de operaciones donde están atendiendo a Rowan, intentando salvarle la vida con una angioplastia. Podría irme, sin embargo, no lo hago. Soy como un perro amaestrado a la espera de que su dueño esté bien, a pesar de todo.
—Finalizó la sesión del día, el hospital lleva las de ganar a pesar del testimonio de Rowan. No consideraron válida su intervención — explica Leonora a mi lado mientras lee el celular.
Bajo mi cabeza para meterla entre mis piernas, cubro esta con mis brazos agotado y desconcertad