Cap 8

Bastet.

Me despierto con los rayos del sol, me siento en la cornisa y estiró mi cuerpo, me doy cuenta de que me han dejado sola y por fin veo la oportunidad de poder escapar de aquí me preparo para saltar pero mi leona me pide que me quede me detiene a pesar de lo que he visto ayer, ella sigue deseando estar al lado de Anubis, doy un suspiro con frustración y me siento de nuevo en la cornisa miro al sol que surca el cielo, hay dioses denme una señal qué debo de hacer, cierro los ojos y recargo mi cabeza en el marco de la ventana no sé si bajar y de ambular ya que no conozco el lugar pero no tengo deseos de toparme con Anubis, escucho un sonido a mis espaldas volteó rápidamente y veo Asim lanzando una cuerda a una viga que está a un lado de mí, pero que está intentando hacer lo miro con curiosidad después de que lo logra ata un pequeño saco de color café y comienza a subirlo, me da una cálida sonrisa.

-Buenos días Bastet, el alfa Anubis desea que tengas esto no vino el personalmente a entregártelo ya que piensa que estás molesta con él.

No respondo nada solo volteo rostro ya que esta en lo cierto, estoy molesta con Anubis pero no solo molestias estoy dolida, no sé porqué pero creo que son celos aunque no sé porque tengo celos Anubis no es nada mío pero mi curiosidad es más grande que mi orgullo así que estiró la mano y tomo el pequeño saco y dentro de él hay pan recién horneado, pescado seco y un ramo de flores de Jazmín tienen un delicioso y embriagante aroma, me parece un lindo detalle lo pongo a mi lado y al voltear hacia abajo me doy cuenta que Asim ya no está supongo que tiene mejores cosas que hacer, comienzo a desayunar mientras miro el hermoso ramo las puertas del salón son abiertas y veo entrar Asim acompañado de dos hombres qué son exactamente iguales solo que uno es un poco más bajo son castaño con los ojos color ámbar, ambos hombres me miran con curiosidad y voltean a ver Asim en busca de respuestas, el les da una sonrisa fingida.

-Es la luna de la manada solo que le gustan las alturas esperen aquí iré personalmente por el alfa Anubis.

Ambos hombre asiente y Asim sale de la habitación dirijo mi canción a los dos caballeros que quedan en la habitación ya que ciento sus miradas sobre mí, se acercan un poco más y el más alto de los dos se presenta.

-Buenos días señorita soy el alfa Calen y él es mi hermano Amón somos miembros de la manada del Sur, es un gusto conocer a la luna de esta manada.

Me extraña el término con el que se dirije a mi, Luna qué significado tendrá para ellos, a de ser alguna forma en la que le dicen a los extranjeros pero mi madre y mi padre me educaron bien, bajo de un saltó para presentándome.

-Es un gusto conocerlo Caleb y Amón soy Bastet líder de la manada de leones azulejo.

-Usted es el líder de una manada de leones hacía mucho tiempo que no escuchaba hablar de ustedes.

-Sabemos escondernos bastante bien entre las dunas del desierto señor.

-Me da gusto que se hayan presentado me ahorran un poco de tiempo.

Escuchó la voz de Anubis que entra al salón a paso firme y muy seguro de sí mismo, llega a mi nariz su delicioso aroma y un cosquilleo baja desde mi nuca hasta mi entrepierna, no puedo creer que mi cuerpo reacciona así ante el, maldigo mis malditos instintos en este instante, Anubis se acerca hasta nosotros y ase una reverencia inclinando la cabeza que los otros dos hombres contestan igual.

-Es un gusto volver a ver los amigos míos a qué debo este honorable día.

-Quería entregarte este pergamino que es una invitación a mi futura unión con mi luna, la he encontrado hace un par de días y ya hemos planeado la unión pero me siento un poco ofendido que yo no he recibido la invitación a la tuya y déjeme decirle que su luna es realmente hermosa.

-Nos acabamos de conocer hace 2 días.

Me sorprende lo que acabo de escuchar, creo que mi cerebro se acaba de descomponer un poco y por fin entiendo por qué se refería a mí como luna, este hombre también asumen que soy la pareja, la alma gemela de Anubis me irita un poco pero me molesta más que Anubis haya mentido ya tengo casi una semana aquí, decido alejarme de los hombres no deseo seguir escuchando su plática decido probar mi suerte y retar al destino me acerco al trono de Anubis y lo admiro durante unos minutos, es de mármol negro pulido tiene algunos detalles en piedras preciosas y oro, me doy la vuelta y me doy cuenta de que Anubis y Caleb estan discutiendo sobre un tema que no me interesa pero Amón me está mirando, le doy una sonrisa para después proseguir a sentarme en el trono y cruzarme de piernas, Amón abre los ojos con gran sorpresa y hace un gesto con la cabeza Anubis, el cual voltea y veo como claramente uno de sus ojos tiemblan y aprieta los puños, al parecer e logrado mi cometido molestarlo, Caleb se aclara la garganta para llamar la atención de Anubis el cual voltea.

-Nos retiraremos en este instante debo de entregar otras dos invitaciones antes de que caiga el sol, fue un gusto verlo Anubis y fue un placer en conocerla señorita Bastet.

-El placer fue mío señores.

Veo como ambos hombres se retiran y tengo la desfachatez y el descaro de recargarme más cómodamente en el trono recargón mi brazo y recargo mi cabeza en mi mano, Anubis se acerca a mí y no se mira muy contento que digamos al estar frente a mi toma una gran inalacion pone sus manos detrás de su espalda y se arrodilla, se inclinan ante mí esto me desconcierta a más no poder pensé que lo había molestado, Anubis alza la cabeza y me da una sonrisa.

-Te miras muy hermosa esta mañana y mucho más sentada en mi lugar.

-Gracias.

-Espero que te haya gustado el desayuno que te mande fue algo sencillo pero no podía ofrecerte un mejor menú estando allá arriba y quisiera pedirle un favor, quisiera que me acompañaras a recorrer el templo a dar unas cosas a mi manada y cómo esta en mi tronó es su deber como líder de la manada aceptar una petición que se ha hecho de modo tan formal.

Anubis se levanta y sale del salón dejándome sola y confundida, me ha desconcertado su actitud pensé que me gritaria y me echaría del templo que era mi misión en realidad pero actuó con mucha tranquilidad y amabilidad, mi leona se siente muy complacida al igual que mi orgullo creo que ese es el motivo por el cual acepto y no lo mandé el inframundo, Anubis regresa con una caja de madera y salgo de mis pensamientos y me abre la otra puerta del salón para dejarme pasar, Anubis me guía por el templó y me doy cuenta que es un lugar muy bonito, en las paredes hay hermosas pinturas, todos los pilares son blancos, lo único que no me gusta es el muro de piedra alrededor del lugar pero creo que es para cubrir a las casa y a las personas de las tormentas de arenas, Anubis me lleva a un patio tracero donde puedo mirar los cultivos muchas mujeres y hombres trabajando la hay niños jugando cerca de ellos cuidados por mujeres jóvenes, todos al ver Anubis se asercan a saludarlo.

-Alfa que gusto verlo está mañana.

-El gusto es mío señores, espero que ya hallan desayunado todos.

-Así es alfa y gracias por darnos más raciones de comida a todos.

-Ustedes deben de alimentarse mejor que nadien ya que son los que mantienen los cultivos y le e traído esto para que lo utilicen.

Anubis les da la caja de madera que traía en las manos y me doy cuenta que es ropa y otras cosas, me sorprende que Anubis sea piadoso con los de su manada pensé que sería un tirano por su actitud pero tal vez solo e visto un lado de el, un niño se aserca a mi y me ve con curiosidad.

-Hola señorita por qué vuele diferente, que no es un lobo al igual que yo.

Me arrodilló para verlo a la cara y le doy una dulce sonrisa, más pequeños se asercan a mi.

-Es por qué soy una leona.

-Una leona. Yo nunca avía visto una. También se puede transformar. Que puedes hacer nosotros tenemos mucha fuerza.

-Claro que si me puedo transformar y no soy tan fuerte como ustedes pero soy muy rápida y ajil.

Me enternecen la reaccion de los niños a mi respuesta ya que se sorprenden mucho.

-Vengan niños es hora de sus lecciones.

Los niños son llamados por una mujer y se van muy  contentos.

-Nos vamos.

Anubis llama mi atención y me extiende su mano para que la tome, no si tomarla pero mi leona desea poder tocarlo y le doy gusto, al tomar su mano una agradable sensación se instala en mi corazón, Anubis me da un recorrido por todo el templó, nos detenemos a lo orilla del río donde puedo admirar las aguas tranquilas y las plantas que crecen en las orillas está vista me calma y me relaja tanto, siento un ligero toque en mi brazo que llama mi atención.

-Te gusta mi hogar.

-Sí es un lindo lugar.

-Me gusta eso ya que todo esto también te pertenece, me sorprendió mucho que fueras un lider al igual que yo y creo que debo de tratarte como uno por qué no me lo dijistes.

-Por qué tú lo preguntastes solo hacés lo que te place sin importarte nada.

No queria sonar molesta pero no lo pude evitar ya que muy en el fondo sigo molesta con él, Anubis mira el río y se ríe un poco.

-La verdad es que estoy acostumbrado a obtener todo lo que quiero desde pequeño pero también me enseñaron a luchar por lo que quiero.

Anubis se aserca tanto a mi que puedo sentir su respiración en mi cara, mi leona se emociona por su sercania pero yo la contengo.

-Y lo que más deseo es a ti Bastet.

No se responder a las palabras de Anubis tal vez solo sea una táctica para que baje la guardia de nuevo así que mejor me separó de el pero Anubis me toma de la cintura y me pega a su cuerpo pongo mis manos en su pecho para intentar poner un poco de distancia pero me encanta que me tomé de está forma tan fuerte, Anubis aserca su rostro asl vio y me doy cuenta de que está mirando mis labios, creo que me va a besar pero al último minuto se separa de mi y me suelta.

-Ven deseo que veas algo que hice para ti.

Anubis entra de nuevo por los pasillos y lo sigo en ves de escapar por el rio, me lleva por el pasillo que llega a su recámara pero abre una que está enfrente de está, es más grande que la suya y es muy bonita recortó el lugar.

-Esta será tu recámara de ahora en adelante, te e mandado a comprar cosas que tal vez acupes y espero que te gusten.

No le respondo a Anubis y entro al cuarto de baño donde ya hay vasijas con agua, no me vendría mal un baño me desvisto y me comienzo asiar.

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