El médico asintió.
—Hasta ahora todo está muy bien, y efectivamente la señora está embarazada —comunicó.
Vanessa mordió sus labios, suspiró profundo, miró a Ryan, y él a ella, ambos sonrieron.
—Esto que parece una avellana es su bebé. —Señaló con el dedo al monitor.
Ryan enfocó su mirada en la pantalla, miró aquel diminuto ser y sintió una emoción tan grande, la misma de cuando supo que Hope era su verdadera hija. Para Vanessa fue igual, percibió que los latidos de su corazón se aceleraban y los ojos se le cristalizaban al saber que una nueva vida crecía en su interior, producto del amor que ella y Ryan sentían. Suspiró observó a Ryan con ilusión, sabiendo que ese embarazo sería muy distinto al que tuvo con Ava, ahora ya no estaba sola, y contaba con el apoyo de la familia, y sobre todo del padre de su hijo.
—¿Cuánto tiempo tengo de embarazo? —cuestionó Vanessa.
—Según la fecha de tu última menstruación y lo que observo en la pantalla, tienes ocho semanas de gestación, voy a envi