Capítulo 8. Reclamos.
Capítulo 8.
Reclamos.
Gildris no está segura de seguir adelante con todo esto, está nerviosa y tiene ciertas dudas, se mordisquea la uña de su pulgar mientras se mueve de un lado al otro. ¿En qué se ha metido? ¿Qué clase de vida tiene Brittaney? ¿Acaso no ama a su esposo? ¿Será que todo es por el dinero? Gildris está inquieta, su corazón no se detiene, intenta calmarse, se sienta en la cama pensando en su madre, a la que llama para saber de ella.
C: Estoy bien, mi niña. ¿Tú llegaste bien? ¿Cómo está todo?
G: No los he mamado, creo que no debí aceptar este empleo, es muy difícil.
C: Calma, mi niña, tú puedes hacerlo, no hay nada que no puedas hacer; ya verás que todo saldrá bien, tú confía en ti.
G: Te extraño mucho, mamá.
C: Yo a ti, cariño, apenas es el primer día, no puedes rendirte, solo son unas semanas; tú puedes hacerlo.
Gildris llora en silencio, sabiendo en el gran problema que se ha metido.
Tras cortar la llamada, Gildris se acomoda en el balcón para observa