Capítulo 38. Necesidad.
Capítulo 38.
Necesidad.
Ella le da un corto beso y Bastián abre los ojos; acercándola más a sus labios, profundiza el beso abrazándola.
—¿Por qué estás despierta? —pregunta él acariciando su mejilla.
—Estaba en el baño.
Responde acomodándose sobre su pecho. Bastián la abraza serio, mirando a la nada; la acaricia, sin poder conciliar el sueño. Después de escuchar cada palabra, no puede dejar de pensar en que ella solo ha sido suya y, aunque ella intentó borrarlo lavando la sábana mientras lo creía dormido, la sangre pegada al abdomen de Bastián no deja espacio a duda: ella le dio su virginidad; como ella dijo, fue suyo, su único hombre, del primero que se enamora, y eso cala en la mente de Bastián y en su corazón: suya y de nadie más.
—Te prometo que no te vas a arrepentir de darme tu corazón, Gildris Scanfort.
Bastián le da un beso en la frente, acariciándola mientras ella permanece dormida.
*
Ha sido una noche larga, única e inolvidable. Bastián despierta casi a las