Ethan Crusher se acercó a ella despacio, la miró primero desde la puerta mientras mecía a su hermanita y le cantaba para que durmiera. Deanna levantó la vista y vio su mirada curiosa y luminosa, siempre la había tenido. Un joven caballero; y estaba tan grande ahora.
Él entró alentado por su sonrisa. Para él no era su mamá, como para Jonathan, era su amiga. Emily seguía presente siempre en su memoria y en su corazón. Y de ella había heredado los ojos y la sonrisa, el cabello y los modos elegantes. Su estructura y la expresión severa, eran de Daniel.
- ¿Cómo están? – Le preguntó susurrando.
- Están bien… -
- ¿Y tú? –
- También –
Se sentó cerca, tomando uno de los conejitos rosas en sus manos.
- Dime que sucede – Le dijo Deanna.
- Tengo dudas… con respecto a la universidad –
- ¿Qué pasa? –
- Tendré que irme lejos… Es emocionante, pero también me da algo de miedo, no quiero decepcionar a papá –
- Dudo que puedas hacer algo para decepcionarlo, eres su orgullo –
- Si, y eso pesa un poco ¿sa