CAPÍTULO 21: ¿Vendiendo el alma al diablo?
Luego de dejar a Cris en la escuela, Juan Andrés se dirigió donde la única persona que podía ayudarlo, bajó del taxi, canceló el servicio, el dinero que le dejó Inesita, no era mucho, y necesitaba conseguir empleo en lo que él había estudiado, y claro que no se iba a humillar ante sus padres.
«Pero tendré que soportar a Mariela» apretó los puños cuando miró el edificio de una de las mejores agencias de publicidad del país.
Inhaló profundo, se quedó pensativo.
«¿Qué será peor, soportar el acoso de ella, o vender jugos en la calles?» se cuestionó.
—No, yo no me vendo con facilidad —susurró.
Y justo cuando disponía a irse, la voz de Mariela se escuchó.
—¡Andrew! —exclamó y se dirigió directo hacia él.
Mariela era la hija del dueño de esa empresa, era diseñadora, una de las mejores, era cierto que era una mujer profesional, pero demasiado posesiva, caprichosa, y celosa, y lo que más anhelaba en la vida era ser la esposa de Juan Andrés.
Ell