~POV NARRADOR~
Helena caminaba de un lado a otro en el pasillo, cercana a la habitación donde tenía cautiva, a quien hasta hace poco pensaba era Irene, la cual estaba en completo silencio. Se sentía completamente abrumada, las cosas no estaban saliendo como ella había planeado.
── Maldición. ── Mascullo con un infinito odio cargando su voz.
Mirando la puerta, simplemente, volvió a dirigirse donde estaba Samantha Páez; entrando de un golpe a la habitación, encontrándose con la chica apoyada en el mismo sitio donde la había dejado con los ojos cerrados.
Extrañamente, muy tranquila, para la situación en la que estaba y eso, sinceramente le ponía los pelos de punta, además que irritarla aún más de lo que estaba. Y, es que incluso a pesar de ella haber entrado, Samantha permanecía tranquila sin importar el ruido que ella hiciera.
── ¿Te crees muy valiente por no reaccionar? ── Pregunto con voz estridente Helena.
Lo que no sabía es que Samantha estaba intentando no moverse para que no