—No todo gira a tu alrededor Mauricio…— respondió mi madre.
—¡Tu! ¡Todo esto es tu culpa! — gritó mi padre. —Tiene que ser un error, tiene que ser una equivocación que esa mujer sea tu mate. ¿La has marcado?
—¡Basta! ¡Ella es mi mate verdadera y destinada y sabes que no puedes hablar mal de ella en