Tatiana
—Si… si… estoy aquí…— digo agitándose mientras él me sigue presionando contra el estante. Ruego que el sonido del restaurante haya tapado lo que ha sucedido en estos minutos.
—¡Te estuve buscando! ¡Estamos como locos!— me grita Gaby.
—Si… solo estaba buscando, ehh… un poco de mostaza…— d