XIV ¿Obsesionado?
—¿Por qué no me dijiste que vivías con tu madre?

Alessa acababa de confirmar que, pese a la enorme cantidad de vergüenza que una persona pudiera sufrir, era imposible volverse resistente a ella.

—Porque no vivimos juntos.

—Mis bragas no están. ¿Las tienes tú?

La sirvienta de Luka le había dejado la ropa limpia en la cama.

—No, eso es todo lo que llevabas encima. Tal vez se te quedaron en el bar. ¿No te da vergüenza? —Le apretó una nalga desnuda.

—¡Ojalá y la vergüenza me salvara de acabar metida en estos líos!

—Vístete rápido. Tal vez mi madre quiera conocerte.

Disfrutó rememorando el horror en la cara de Alessa mientras iba a la sala. Su madre lo esperaba en el sillón, bebiendo un café. Era una mujer rubia. De ella había heredado los ojos azules.

—¿Qué haces aquí?

—Buenos días, querida madre. Gracias por preocuparte por mí y venir a visitarme. Si no vinieras, no nos veríamos jamás —espetó la mujer.

Luka se sentó frente a ella, esperando por una respuesta.

—Fui a verte a la
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo