POV Hanna.
Mi vuelo partió dos días después, por suerte no tenía pasajeros a mi lado así que sería un vuelo silencioso. Sorpresivamente un par de asientos adelante vi la silueta de un hombre que se me hizo familiar, esperé el despegue y minutos después busqué la manera de tener su atención para asegurarme de ver su rostro, pero no fue necesario.
- Srta. Le... ¡Sra. Angelucci! - me dice.
- ¡ABBAS! ¡Qué sorpresa encontrarte acá! ¿Cómo estás? - efectivamente la silueta que había visto era el mismísimo Abbas Aldabas.
- ¡Estoy bien! ¡Siento mucho tu perdida! - toma mi mano entre las suyas - ¿Cómo te has sentido?
- Ha sido bastante difícil seguir adelante - le digo.
- Te entiendo perfectamente.... No en el mismo sentido, refiriéndome a tu relación con el occiso, pero sé lo que se siente perder a un ser amado de forma repentina, y querer salir de la oscuridad que embarga la depresión.
De repente sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal.