En cuestión de segundos, diferentes pensamientos invadieron el corazón de Arianna. Recordó lo que aquel hombre dijo… el niño rico va a ser asesinado… ¿Era Jace ese niño rico en peligro?
Los dos hombres, apuntándole con sus armas, estaban a punto de dispararle. Estaba perpleja, debería apartar la vista y dejar que lo mataran. Eso pondría fin a su miseria y sería el pago por todo el tormento que él le hizo pasar.
Casi muere por el trauma emocional que él le causó. Si muere, significaría que el karma lo alcanzó. Y sería una compensación para ella.
Pero entonces, él es el padre de Eli. Es el hombre que la convirtió en madre. ¿Cómo podría dejar que muriera si ella podía salvarlo? ¿Sería capaz de perdonarse a sí misma si Jace Hudson moría delante de sus ojos?
¿Cómo podría silenciar su conciencia al ver crecer a su hijo sin padre? No podría perdonarse si Jace Hudson era asesinado.
En ese momento, Arianna tomó una decisión y corrió hacia Jace. Él la vio acercarse y se detuvo. Arianna se lanzó