Jane Delmark estaba aturdida. ¿Susan? Llamó su nombre en su mente. Fijó la mirada en Adrian, sin saber si era bueno o malo para él haberla visto.
—Esta es la segunda vez que la veo en mis sueños desde la noticia de su muerte —declaró Adrian. La primera vez que la vio, parecía que lloraba, infeliz porque él fue injusto con ella.
Pero esta vez, ella le estaba diciendo algo que él no podía entender. ¿Qué trataba de decirle? Se acostó en la cama y se cubrió con la colcha.
Jane simplemente se recostó en la cama y cruzó los brazos alrededor de la cintura de Adrian. Ambos no dijeron nada, pero estaban perdidos en sus pensamientos.
La conciencia cargada de culpa de Jane y la actitud desleal de Adrian les hizo saber en lo más profundo de su corazón que habían actuado mal con Susan. Ella era su amiga, pero al final, la trataron de forma injusta.
Lo peor de todo fue que, incluso en su muerte, no le mostraron amor ni respeto. Años después, hablaron de ello y se culparon a sí mismos por haber sido