Jace fulminó con la mirada a Chase. ¿Ahora iba a defenderla ante él?
—¿La vas a defender ahora? —Jace estaba furioso.
—No la estoy defendiendo. Solo quiero explicarte lo que pasó. Espero que no la hayas despedido —preguntó Chase, mirando fijamente a su hermano. Conocía a Jace como la palma de su mano.
Cambiaba de empleados como cambiaba de traje. Su hermano era bueno despidiendo empleados, pero él era bueno cambiando de mujeres.
—Arianna está fuera de Hudson’s Holding. Y la próxima vez que la vea aquí, la mato —declaró Jace con tono de sentencia final.
—¿De verdad la despediste, Jace? Arianna no hizo nada. Yo debería ser el que le pida disculpas por hacerle perder su tiempo todo el día. Ella estaba preocupada por lo que tú pensarías de ella y yo le prometí que te lo explicaría —explicó Chase apresurado.
—Cállate. Esa mujer es astuta. Es una perra manipuladora y se acercó a nosotros con un propósito. Casi la mato ayer si no fuera por el poco de conciencia qu