57 - Tu secreto está a salvo.
— ¿Cómo que de ese hospital? — rugí molesto.
— Puede ser Vladimir. Él siempre está ahí con Marta — sospecha Saúl, con una seriedad inmutable. Se nota que está ansioso por la situación, y yo también lo estaría con los daños que nos está ocasionando esta basura —. Solo digo, pero seguiré investigando.
Sin embargo, a mí se me ha encendido una lámpara, y aunque no estoy segura de que pueda ser; voy a apostar por ese lado. Tendría mucho sentido.
La puerta se abre y el médico sale.
— ¿Cómo está ella? ¿Está bien? — pregunté desesperado, olvidándome completamente de lo que pasaba a mi alrededor.
La verdad, no me importaba.
— Sufrió golpes muy severos, pero logramos mantenerla estable por el momento. — Su rostro no mostraba signos de estar tranquilo.
— ¿Qué más?
— Como le dije, está estable; sin embargo, sufrió dos infartos en el quirófano. Las próximas horas son cruciales — respondió.
— ¿Y su pierna? — escuché a Saúl preguntar.
— Logramos salvarla, pero necesitará ayuda profesional — asentí.