Los invitados comenzaron a marcharse, Emily se dio cuenta que a partir de este momento, ya no había manera de escapar o de abandonar esto. Emily se sentó, sintiendo como el aire frío golpeaba sus brazos descubiertos.
—Debería entrar —dice Noah, Emily solo rueda sus ojos—. O está tan arrepentida que está buscando la manera de escapar.
Emily giró su cuerpo y lo miró, se puso de pie y levantó una de sus cejas. Le extendió el anillo y se lo puso en sus manos.
—No voy a irme, se supone que esa argolla es una muestra de que cumplo con mi palabra. Aquí estoy, no pienso irme a menos de que las cosas se pongan de una manera que no me guste. Si usted se comporta como un troglodita o un estupido arrogante, le aseguro que me iré. —Noah comienza a reírse.
—No se preocupe, no la estoy atacando o algo parecido. Mire, entiendo que no es nada fácil esto, pero los dos asumimos todo esto. Yo me comprometo a no ser un ogro o troglodita, como quiera decirme. Solo le pido que hagamos que esto sea amen