Capítulo 09. La familia son monstruos, pero lo importante son las intenciones
Los otros tres hombres se transformaron en lobos y flanquearon a Leonid.
Los monstruos hechiceros del Oriente no mostraron ninguna emoción, igual no podían, sus rostros eran piedras talladas con runas y apenas podían mover la mandíbula.
—Mi sacerdotisa —se inclinaron mirando a Aisha con una voz tan áspera que a Leonid le recordó a Darth Vader 2—. Sentimos su magia y hemos venido a buscarla.
Aisha se levantó y caminó hasta ponerse junto a Leonid en actitud conciliadora, él se levantó también y ella tomó su mano buscando amparo.
—Ahora soy la luna de la manada Selenials, no puedo acompañarlos.
Los monstruos de piedra se miraron y Leonid no se atrevía ni a objetar o siquiera hablar, los lobos gruñeron y Aisha estaba asustada, él podía notarlo y no solo en la frialdad de sus manos.
— ¿Vinculada a la manada que nos ha cazado por culpa de tu madre? —inquirió el monstruo—, pues igual debes venir y lo sabes Aisha, trae a tus amigos contigo, son bienvenidos en nuestro aquela