Estoy casi seguro de que Scarlett no me reconoció, o ni siquiera me vió. Su semblante asesino no se suavizó ni un poco al pararse frente a nosotros.
Pero en ese momento, eso era lo que menos me importaba. Mi mente se había disparado hacia los recuerdos, los pensamientos y las vagas creencias que había tenido sobre ella unas horas atrás.
A pesar de que no tenía la más mínima certeza de dónde diablos estaba, cómo iba a regresar, o siquiera si iba a salir vivo de esto, una cosa era segura. Todo esto tenía que ver con The Kingdom. Lo que confirmaba aquello de que Scarlett estaba relacionada con ellos. De una u otra forma.
Lo que a su vez significaba que, en efecto, todos esos meses en los que mi idiota