CAPITULO 119
Después de varios segundos en silencio, Imery finalmente escuchó un fuerte suspiró a través del aparato comunicador.
— Sí, lo haré.
Dijo su superior para después finalizar la llamada, la joven mujer colocó y prenso en la muñeca de su mano derecha el aparato para después regresar a la cama y tumbarse en ella.
No podía dormir.
Sería inútil volver a intentarlo, sabía que su mente estaba hecha un lío y ni siquiera tenía permitido salir de esa habitación.
— Prisionera, terminé encerrada por el hombre al que amó mientras el se prepara para ir hacía la mujer que siempre amó. - Dijo Imery en voz alta hablando consigo misma.
…..
Eran más de las seis de la mañana y en el interior de los calabozos del castillo principal del Linaje Dorrerbell, el comandante de sustancias Tomy se reía de Dante quien estaba tras las rejas.
— Jajaja ~ ¡Así siempre te he querido ver! Me alegra tanto que finalmente existan pruebas físicas y suficientes para que mi Rey tomara la decisión de encerrar