— ¿Estás herida? Déjame revisarte, soy un maldit0 asn0. Toma agua – se recriminaba mientras limpiaba con una servilleta humedecida, los restos en la boca de Rose, su barbilla y la comisura de su boca enrojecida.
— Eres un lobito salvaje y perdiste – Rose no pudo evitar reírse de él mientras tomaba