- ¿Qué precio Nagy? – Galves quería saberlo todo, porque la decisión de su hija de no decirle nada al príncipe le parecía cada vez más acertada.
¿Qué rey, ni príncipe, ni nada?
Si él lograba poner las manos sobre ese huevo, sería el puto dueño del mundo. Como si hacer nacer y controlar a un dragó