- Mmm, ¡aahhhh! – no pudo evitar gemir cuando se sintió por completo llena.
Michael no perdió mucho tiempo en más juegos, cuando los cuerpos de ambos pedían a gritos liberación.
Tomó su rígido miembro y penetró la entrada mojada de su mate, que lo recibió lujuriosa, como una boca que se moría por