Olivia se arrojó con descaro a los brazos de Lucian.
Casi gimen al contacto de su piel con el otro.
Pasó los senos, a centímetro de la cara de Lucian, que estaba sudando frío a pesar del calor a su alrededor.
“Tenemos que darle confianza, no parecer unos animales, ella tiene que sentirse cómoda”