A pesar de que Lucian se había lavado muchas veces, el olor a sangre y a muerte, impregnaba toda la pequeña habitación.
Estaba acostado descansando en una cama, pero en cuanto sintió el olor de Olivia, abrió los ojos y se incorporó con esfuerzo.
Estaba sumamente débil, había dado más sangre de lo