JAKE

Isabelle acababa de salir de mi oficina y solté un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.

Poco a poco, me encontré volviendo a lo que había sucedido cuando mi padre vino de visita.

El expediente... la forma en que fingió ignorancia...

¡Algo no estaba bien!

Mi teléfono vibró sobre la mesa, sacándome de mis pensamientos. Miré la pantalla, era Claire. Le pedí que intentara averiguar si mi padre tenía alguna salida pronto.

Sabía que algo tenía que estar mal, porque de repente se había interesado de nuevo por el expediente.

El expediente parecía no haber sido abierto en años cuando lo encontré.

Y ahora... justo ahora, de repente, lo necesitaba desesperadamente.

Algo no me cuadraba.

«¿Sabes algo?», le dije en cuanto contesté la llamada, medio esperando que me contara otra pieza del rompecabezas que no tenía sentido.

«Sí, acabo de recordar que mencionó algo sobre un viaje a Italia. Le dije que iba a Los Ángeles unos días antes de la cena y que no estaba segura de si podría ir. Mi