—¡laila!—
—ahora no madre—
Arturo volteo su cabeza al escuchar como laila lo llamó, la chica del servicio casi cae cuando ella por su ira y sus celos la empujó sin darse cuenta
—¿que sucede?—
Dijo Arturo haciéndose el desentendido pero sabía muy bien que lo que había hecho fue a propósito
—lo haces para molestarme ¿cierto?—
Replicó ella enojada muy enojada y a la vez celosa su lado salvaje había despertado pero después de aquel suceso más nunca se había presentado ante ella y no era como que ella recordara lo que había pasado
—¿de que hablas laila? ¿que hice?—
Todos miraban la escena de de ambos, una pareja muy explosiva sin lugar a dudas, laila se había acercado lo suficiente a Arturo mientras lo miraba fijamente
—¿laila estás bien?—
Le pregunto él con una pequeña sonrisa provocando que ella se enoje más, sabía que ya la tenía en sus manos y ella tenía que pagarle algunas de las humillaciones que le había hecho
—eres un estupido, Arturo—
El sonrió sin poder evitarlo al verla ta