No puedo controlar el pánico que está surgiendo en mi interior, así como tampoco puedo esconder las arcadas que me están dando. Lemuel, Leonel y Luciano me están viendo con ganas de comerme viva. Mientras que los investigadores y Clara no saben cómo reaccionar. Liam sí sabe cómo hacerlo, sirviéndose más de su bebida controlando su risa.
—Dinos que esto es un chiste de mal gusto Leandro — exige Lemuel.
—¿Cómo te pudiste casar a escondidas? ¿Qué había que esconder? — agrega Leonel.
—Lo mismo me pregunto. ¿Desde cuándo a acá avanzas así de rápido con las mujeres? No tuvieron siquiera una relación de noviazgo previa. Es absurdo que estén casados — añade más sal a la herida Luciano.
—Tú condenándome por mis decisiones con respecto a mujeres no es lo más apropiado del mundo Luciano. Tampoco sabes lo suficiente de mi relación con Lucía como para dar críticas que nadie te pidió — habla con dominio Leandro.
A Luciano no le gusta la respuesta, lo veo chirriar sus dientes.
—Decir que nos casamos