Todos estaban reunidos en el jardín, Aylin bajó del Uber y caminó muy despacio.
Escuchó los gritos de niños, y por un momento su corazón se aceleró, corrió para mirar a Brisa y Alexey que mientras corrían, los miró a través de las hojas de los arbustos y sonrió tristemente, pues por un momento creyó era su hijo. Pero su ilusión pronto se desmoronó.
—Mamá, Brisa se cayó y se dañó la rodilla. —dijo Alexey. Mikayl y Yara corrieron a mirar a la pequeña.
Siguió caminando y llegó donde todos la miraron.
Yara quedó estática de verla ahí frente a ella con un semblante triste, caminó a paso lento y fue a su encuentro.
—Lin, mi Lin, por fin volviste. —expresó Yara sintiendo la tristeza de su gemela. La abrazó tan fuerte y Aylin correspondió a ese tan anhelado abrazo.
—No te imaginas como me hiciste falta hermana. —habló Aylin entre sollozos.
—Te juro que apenas me enteré vine, y no te imaginas como te busqué en toda Italia. Y si lo hubiera sabido antes, no hubiera tardado tanto en volver, te cr