Azaleia
Veo el guardarropa, un perchero con mi cartera para mis animales y mi bufanda violeta, una esquina con alfombras y cojines supongo para los lobos y Till. Luego están el baño adjunto con una gran bañera de metal que sin duda cabremos felizmente. Está decorado con detalles de hojas y ramas y ya veo pequeños frascos de vidrios que seguramente contendrán esencias y sales aromáticas especiales de Dashi.
—Es hermoso Brock— le digo encantada volviendo a besarlo.
—Aún falta la parte más importante — me dice él con satisfacción. Yo me quedo asombrada ¿Qué más puede ser? Me pregunto.
Me lleva a otra esquina, muy cerca del balcón, y lo veo: los cuadros de mi padre y mi madre colocados con esmero y amor. Se me hace un nudo en la garganta de la emoción. También hay un escudo de Bousquet y él sumó un signo de un árbol.
Es todo tan perfecto y detallado que por unos segundos me quedo simplemente observando. Jamás imaginé volver aquí, con ellos… sabiendo de ellos. En este, mi hogar.
—E