CAPÍTULO 68: “PEQUEÑA SABANDIJA”.
Siento cómo el ambiente se vuelve tenso entre Julie y yo.
Es de madrugada y la verja de la mansión se abre ante nosotros. El auto acelera y entra al terreno de la fachada de la mansión.
Ella está decidida a mantenerse en silencio desde que la alejé, se ha cruzado de brazos y parece lista para iniciar una guerra si le digo algo.
—Julie…—susurro, intentando obtener su atención.
— ¿Qué es lo que no tengo? ¿Por qué no consigo que alguien se enamore de mí?—pregunta de pronto y rompe en llanto.
—Julie, no se trata de eso. Es que es pronto para mí. Ponte en mis zapatos, ni siquiera recuerdo mi nombre. —digo y trago grueso.—Me preocupa terriblemente la posibilidad de haber dejado personas importantes atrás.—admito y ella me mira con sus grandes ojos inundados en lágrimas.
—Pero…—comienza a susurrar ella.
—Julie, eres muy hermosa… Eres… —digo y comienzo a buscar una palabra que se ajuste a su personalidad. —Eres bastante impactante, Julie… Pero ahora mismo no estoy en condiciones para comenzar