CAPÍTULO 61: “PROCESO CREATIVO”.
El cansancio de la caminata del día anterior me abruma y mis piernas duelen para el momento en que llego a la Comisaría.
Tomo asiento en el área de espera y me doy cuenta de que soy la única esperando.
El tiempo comienza a pasar y nadie me indica que pase a algún cubículo.
Los oficiales pasan de aquí para allá sin siquiera mirarme y mi desesperación aumenta a niveles infinitos.
Entre el Tic Tac del reloj y contar cuántas donas se han comido los oficiales que veo pasar, se va una hora entera en la que no sé nada sobre el caso de Daniel y me comienzo a exasperar.
¿Me están ignorando, acaso?
¿Están de alguna forma fingiendo que no me ven?
Veo a un oficial caminar frente a mí y me pongo de pie.
Mi movimiento hace que me note en milisegundos.
—Oficial, ¿cómo está?... Me gustaría saber el estado actual del caso de mi esposo. — le digo, agradecida con el cielo de haber conseguido su atención.
— ¿Cuál es el nombre de su esposo?—pregunta sin mucha ceremonia.
—Daniel Carnelutti. —digo rápidamen