Jeremy llegó por fin a la casa luego de un largo día de trabajo, luego de una larga semana de trabajo.
Estaba cansado, agotado, y en lo único que podía pensar era en un baño de agua caliente y una copa de vino tinto, así que, mientras preparaba lo primero, bajó al mini bar por lo segundo.
Cuando tuvo consigo la botella y su copa, se desnudó metiéndose en la bañera y dejó salir un suspiro de satisfacción, preguntándose si luego de esta sesión de relajación, podría dormir al fin.
No había podido hacerlo en las últimas semanas. Se movía buscando a Jennifer en la cama, y al no hallarla, despertaba recordando lo que había sucedido y ya no podía volver a dormir. Se estaba volviendo loco por la falta de descanso, por las frustraciones que empezaban a acumularse en su cuerpo, por el dolor constante de saberla capaz de causarle daño de maneras horribles.
Cuando ya el agua empezaba a enfriarse, salió por fin, y volvió a llenar su copa de vino, y mientras se anudaba la bata, sintió la puerta de