Al día siguiente me llaman de la oficina que estaba un oficial buscándome, llamo a Gustavo quien es el jefe de los guardaespaldas para que solucione ese inconveniente.

Llegó a las 8:50 y ya no estaba el oficial, pero Gustavo me estaba esperando en la oficina.

―Dime qué pasó hoy en la mañana.

―Usted tranquilo, el idiota de ayer empezó a destruir su local y posteriormente puso una denuncia.

―Y como quedó eso.

―Todo nuestro personal lleva cámaras incorporadas en su vestuario, se le enseño todas las cintas y vio que ningún de ellos fue, además vio que fue el quien se abalanzó contra ti, lo otro es que conseguimos unas cámaras aledañas y se observa cuando nosotros abandonamos la instalación y el empezó a destruir todo.

―Perfecto, ya está listo eso entonces.

―Así es, yo me retiro.