Alex asintió, se acercó al sillón en donde Norita se encontraba sentada, y besó su frente, luego se despidió de Samantha, y Óscar, estaba por salir del apartamento cuando la puerta se abrió, y Gabriela apareció junto a su hijo.
Gaby sostenía una mochila en su dorso y a su pequeño entre sus brazos, sonrió con emoción al observarlos.
—No sabía que habría distinguidas visitas —refirió. —¿Ya te vas? —indagó a Alex.
El joven sonrió al verla y se aproximó a su encuentro.
—Me da gusto volver a verte —mencionó y acarició la cabeza del pequeño Ángel, y después besó la mejilla de ella—. Estaba por irme —respondió, y luego ladeó lo