Capítulo 128

Óscar se atragantó al escucharlos hablar, miró a su esposa.

—Tú has dicho algo delante de los niños del tesorito —dijo y bebió otro trago.

Samantha carcajeó al igual que los invitados al escuchar a Gabito, luego se aclaró la garganta.

—Yo siempre le ando aconsejando a Lupita, que no vaya a entregar su tesorito a cualquiera, y Norita me escuchó —expresó con sinceridad.

—No puedo decir que el pitufin es cualquiera. —Miró con nostalgia al pequeño—. Lo amo como se ama a un hijo —mencionó y se aclaró la garganta—. Habrá que sacar pronto el cofre del tesoro y darles las joyas de la familia —bromeó.

En eso apareció doña Jovita que venía del jardín.

—¿Ya se enteraron de la boda? —indagó sonriente—, estaba en el jardín cuidando a estos pequeñitos, para que no vayan a causar un desastre, y fui testigo de la ceremonia, estuvo preciosa —mencionó mirando a los niños con cariño.

—Entonces la de la idea fue usted —recriminó Samantha.

Doña Jovita se llevó la mano al pecho ofendida.

—Soy inocent
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