Por la mañana desayunaron en la habitación, Leo está haciendo todo lo posible para evitar que ella salga y sea vista por alguien que les esté vigilando y pasando información al hombre malvado.
— Saldremos de compras cuando la conferencia acabe. —informa.
— No necesito más nada. Jandé me llevó a las tiendas del señor Imanol y he traído suficiente ropa para este viaje.
— Ya dijiste, lo hizo Jandé. Es momento de que yo lo haga, ¿a poco no te gustaría que te obsequie muchos detalles?
— Solo no quiero causar molestias. —se sinceró.
— Si gustas puedes acompañarme, pero si prefieres quedarte encerrada no hay problema y luego vengo por ti, aquí estarás muy segura, además, he contratado a un guardaespaldas de agencia para que te vigile mientras yo no esté cerca de ti.
— Quiero ir contigo, ya no soporto quedarme encerrada, siento que me asfixio con los recuerdos del pasado.
Grave error el que cometió la pequeña princesa al asistir a dicho evento. Su padre, que también es un médico, se encuentra