Daniela
Estaba en mi oficina trabajando cuando recibí la llamada de Elena.
Ella me informó que Valeria está llorando mucho y ya no sabe que hacer sin pensarlo mucho me dirigí a la casa de Hugo.
Conduje como alma que lleva el diablo y al llegar me percaté de que mi princesa no dejaba de llorar y gritar. Elena la acerco a mí y la pequeña estaba humeda, al tocar su frente me percaté de que su cuerpo está ardiendo en temperatura y su tez es roja, ella se rasca el oido es evidente que le molesta.
Rápidamente la lleve al baño y Elena me ayudo a ducharla para intentar bajar su temperatura pero nada funciona y mi princesa no deja de llorar.
—¿Que hacemos?— Me pregunta Elena
—Llama a Hugo y vamos al hospital
Cuándo termine de vestir a Valeria nos dirigimos al carro Elena conducía mientras yo intentaba calmar a mi bebé mesiendola.
Me desespera verla llorar sin lograr calmarla es mucho peor que si algo me doliera a mí .
Nunca creí que la podría amarla tanto como si fuera mí propia hija. Sé me ha