Daniela
Me desperté con mi ruidosa alarma obligándome a levantarme de la cama, pero sinceramente no tengo ganas de levantarme.
Es muy sábado definitivamente
Sin embargo, mi odioso esposo no deja de abrazarme y dejar besos en mi mejilla.
— Tengo sueño.
—¡Qué aburrida Daniela! ¡Ya pasaron
las 24 horas! ¿Verdad?
— Me olvide de decirte —Lance un bostezo—Haremos negocios con Bastian
Él niega con la cabeza —Por supuesto que no
—Su empresa es de prestigio, Dave y nos conviene...
Me interrumpe molesto —Ese imbécil solamente quiere acostarse contigo
—Conmigo y todas las que tengan falda, debemos separar los negocios de los asuntos personales
— No lo sé
—No seas infantil David. No paso nada entre nosotros.
—¿Me mentiste?
—haz fama y échate a dormir, dicen. ¿Todavía no te diste cuenta de que no soy la clase de chica que duerme con cualquiera?.
Él ríe y asiente —Pero fue emocionante lo de la otra noche ¿Te seguirás haciendo del rogar, chiquita?
— sí, estarás en abstinencia hasta que yo qu