- Alex. - Amelia susurró su nombre nerviosa y confusa por aquel anillo.
Él sonrió, cogió su mano y la besó.
- Tranquila, no voy a pedirte que te cases conmigo. - Respondió con una media sonrisa en los labios. - Al menos no ahora.
Ella soltó un suspiro, sin saber si aliviada o triste.
- 'Vas a ser mi mujer, pero quiero proponértelo con todo lo que te mereces. - le explicó Alex, besándole los labios. - Con flores, corazones y todos los tópicos.
- ¿Y qué es este anillo? - preguntó con curiosidad.
- Es un anillo de compromiso. - dijo él poniéndoselo en el dedo. - Era de mi madre y le gustaría que se lo diera a la mujer que amo.
Amelia sonrió, mirando el anillo en su dedo y abrazando cariñosamente a Alex.
- Pero, ¡espera! - dijo mientras lo soltaba. - ¿Y no llevas anillo? - preguntó, mirándolo con una ceja levantada en señal de sospecha.
Alex se limitó a sonreír, metiendo la mano en el bolsillo y sacando un anillo mientras se lo enseñaba a Amy.
- ¿Quién dice que no? - preguntó poniéndose