Naiara le había pedido un momento a solas a Rasme antes de que la audiencia con los sabios, se sentía inquieta, sabía perfectamente que podía ser descubierta… y lo más lamentable, era que de algún modo lo deseaba, que supieran que ya no era la adecuada y que la desterraran del templo… por un momento aquel pensamiento tomó un matiz de ilusión en su corazón, iría con Aysel, lo encontraría, y entonces le hablaría de su amor… un par de toques suaves en la puerta, la alertaron.
-Naiara… los sabios te esperan…- insistió Rasme, desde el otro lado de la puerta. Naiara se quedó mirando la madera delicadamente tallada – Naiara…- volvió a nombrar la mujer.
-Enseguida Rasme…
Se observó por última vez en el enorme espejo que había en la pared, vio a una mu