Gael Georgiou cada día perdía aún más el interés por su esposa, realmente lo que lo ataba a ella, ya no tenía sentido.
Anabella se había convertido en una mujer apagada, se sentía despreciada por quien ella amó y codició dándole la mayor importancia.
Los días se hacían más largos y ella ya no resistía más, fue en busca de su padre y llorando se refugió en sus brazos.
_Anabella, hija...todo va a estar bien...
_¿Cómo va... a estar bien? _su llanto ahogado y du dolor enfurecieron a su padre- No valgo...nada para mí esposo, padre...
_No es cierto hija...
_No me toca, sale todas las noches.... y regresa muy tarde y abandonó... la habitacion ¿Qué soy Papi? ¿Acaso... ya no... sirvo?
Lorenzo Bianchi se sentía totalmente furioso en contra de Gael, su corazón de padre lo llevó a odiarlo tanto al ver las lágrimas y el dolor de su hija. Su pensamiento se alejó totalmente de la realidad, sabía perfectamente que su hija no sería feliz nunca si este hombre la abandonase, y aunque no abrió su boca pa