Claudia llegó a casa sin hambre, lloraba porque tenía miedo por su bebé. De que fuese un caso grave y sufriera de complicaciones severas. Christos la acompaño a descansar y tras dejarla descansando fue a su despacho y se sentó a llorar. Temía al igual que Claudia, por la vida de sus bebés.
Costas que llegó a visitarlo abrazó a su hijo y lloró con él.
—Mis nietos son Zabat. Serán fuertes y hermosos. Ahora hablaré con Nana y con Carintia. Así evitaremos que se sobresalten y alteren a Claudia.
— ¿Crees que los rechazaran?
—No hijo, quiero evitar que se alteren cuando les diga que les ofrecieron un aborto.
Costas entró a su c