Una luna rechazada. Capítulo 54: Desconfianza
Dorian.
Después de haber dejado a Alanna sola de nuevo, me dispuse a ir a la cabaña de mi madre en donde se encontraba Bryan y todavía no había despertado.
Me pareció tierno que Alanna sintiera celos hacia mí, pero calculaba que Bryan despertaría entre esa noche y al día siguiente, por eso debía contarle todo a ella.
—Dorian, llegaste —Mi madre estaba ajetreada—. Él acaba de despertar, pero no quiere hablar conmigo.
—¿De verdad? —Me apuré en ir a su habitación—. Necesito verlo y hacerle unas preguntas.
—Es posible que no las responda... Se siente amenazado por nosotros.
—Tranquila, yo me encargo —Palmeé su hombro—. Ve a descansar, lo necesitas.
Ya se le empezaban a notar las ojeras por el esfuerzo que había hecho en sanar a un humano completo. Era más fácil en los hombres lobo ya que teníamos regeneración, pero los humanos no.
Por suerte, Bryan estaba mucho mejor a comparación con el primer día que llegó. Una sanadora se encargó de quitarle la barba y pudimos apreciar mejor su rostro.