Capitulo Treinta y Dos

Siempre estoy pensando en ti, aunque no quiera hacerlo, lograste convertirte en el epicentro de mis emociones y mis deseos.

Atenea

No puedo continuar vomitando de esta manera, ni siquiera he comido nada y parece como si ni siquiera pudiera tolerar el aire que respiro, esto es culpa de Dominic, si no se hubiese comportado como un animal, fue tan cruel con esas personas. No debí haberle dicho lo que les escuche decir, en parte es mi culpa por creer que reaccionaria de otra manera, es un hecho que no lo conozco realmente y con lo que ha sucedido entre los dos en estos días conocerlo es lo último que deseo.

Vuelvo a la habitación y me dejo caer sobre la cama, aspiro con fuerza llenando mis pulmones de aire como si con eso pudiese aliviar el malestar que tengo. Me incorporo al escuchar que golpean la puerta y la voz de la señora López retumbar al otro lado.

—Le he traído fruta —Se supone que es Alicia quien se ocupa de mis cosas.

Me pongo de pie y voy hasta la puerta para abrirle.

—Yo no h
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