Capítulo 869
Ni Nadia ni los sirvientes se habrían imaginado nunca que la señora de la casa hablaría con el señor de esa forma, como si fueran solamente unos desconocidos.

Nadia sintió lástima por Luna. Él había encerrado a Luna en esa casa mientras estaba por ahí divirtiéndose con otras mujeres y, encima, comprándole ropa. Nadia suspiró y le quitó disgustada a Luna el teléfono de las manos.

—Eyy, eres una mierda.

Tras insultarlo, colgó el teléfono. Al ver la situación, Emma despidió rápidamente a los sirvientes. Por su lado, Nadia, con el corazón afligido, agarró a Luna y le dijo:

—Luna, no sé por qué, pero... ¡de repente siento muchísima lástima por ti! Siempre quisiste salir de aquí, ¿verdad?

—Ya estoy acostumbrada a esto, no te preocupes —contestó Luna con una ligera sonrisa en el rostro.

—Pero... mírate, esa sonrisa no es una verdadera sonrisa de felicidad. La mayor parte del tiempo que he estado contigo, solo has estado triste y deprimida —dijo Nadia.

La sonrisa en los labios de Luna se desv
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